lunes, 19 de octubre de 2009

“No sabemos qué tipo de derechos adquiridos creía tener la candidatura española, pero organizar unos JJOO es una cosa muy seria. Esto no es el festival de Eurovisión, y si pensaban que por poner unos videos muy bien hechos y leer unos discursos muy emotivos es suficiente, están completamente equivocados…”
“…Y si no que se lo pregunten a Chicago y al presidente Obama, quienes por cierto no se han atrevido ni siquiera a hacer la menor insinuación tras ser eliminados en primera ronda, algo que bien hubieran podido interpretar como una auténtica humillación”.

“…y me atrevo a decir más: creo que la capital de España debería olvidarse de nuevos intentos de presentarse en favor de otras ciudades españolas que quieran recoger el testigo, porque lo ocurrido va a tardar tiempo en olvidarse..”.

A veces hace falta que desde fuera le muestren a uno lo disfuncional que puede llegar a ser. Los españoles estamos tan acostumbrados a que todo quisque ventile sus frustraciones impunemente a la primera de cambio que no nos damos cuenta. Pero por el mundo, hay ciertas cosas que ni se aceptan, ni se perdonan.
En España, en general y los políticos en particular, ante un fracaso:


- El umbral de resistencia a la frustración es muy bajo y además no hay quien resista a querer tener la última palabra.


- La culpa siempre la tienen los demás.
- Después del desahogo viene la sorpresa por las repercusiones.
¿Acaso David Lucas, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento piensa que en el COI no leen resúmenes de prensa?
Lo dicho, a los del COI se les podrá acusar de vividores pero han respondido muy clarito.

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